Desde hace unas semanas hay una polémica "desatada" en la capital de Campoo, debido a la decisión de traspasar el tradicional desfile de carrozas de San Mateo al primer fín de semana de las fiestas, en vez de la noche previa a la festividad de San Mateo. La verdad es que desde fuera, cuesta entender los motivos que pueden llevar a un ayuntamiento, las peñas y la asociación de hostelería a tomar una decisión así, pero la verdad, es que en muchos sitios del territorio nacional, se están viendo obligados a tomar decisiones impopulares, para salvaguardar el futuro de muchos festejos.
Muchas veces las tradiciones se encuentran en puntos de inflexión que en multitud de casos se traducen en la expresión "Renovarse o morir".
Yo lo que no sé, es si habrá llegado el momento para realizar dicho cambio o si será positivo para las fiestas cambiar el tradicional desfile de carrozas a otro día. Pero lo que sí es muy cuestionable, es el modo de realizar las cosas por parte de los impulsores del cambio.
La imagen está sacada del grupo de Facebook |
Personalmente, no estoy a favor del cambio (aunque me venga bien, ya que desde hace unos años vivo y trabajo en Bilbao), como much@s otr@s person@s que han mostrado su descontento en el grupo creado en Facebook a tal efecto, pero mi opinión y la de otros, al fin y al cabo son subjetivas y no tienen por que significar la decisión correcta de todo un grupo. Lo que hay que conseguir es que la gente, exprese su opinión y no se tome una decisión que afecta a tod@s los reinosan@s, por unos pocos agentes interesados, que puede que no representen el sentir general.
Lo que sí es una tropelía sin nombre, es decir que un sondeo efectuado a 1.000 personas, es representativo del sentir general del pueblo. Aparte de que se haya echo este sondeo (de lo cual tengo serias dudas, ya que yo no conozco a nadie que haya visto las famosas papeletas), creo que 1.000 personas no es una cantidad representativa, como para tomar una decisión así.
No sé si los técnicos del ayuntamiento serán expertos en estadística, sondeos y encuestas, pero no hace falta mucho sentido común para saber que se necesitaría un sondeo mayor, para que sea representativo de una población que está en unos diez mil habitantes. Aunque también creo que hay más gente viviendo, ya que mucha gente está empadronada en otros municipios, pero vive en Reinosa.
Por otro lado, está el tema de los sectores de población, ya que no nos engañemos; la gente que disfruta las fiestas más intensamente (y que da colorido y barullo a las mismas) son las personas que se encuentran en un estrato joven. Ojo, con esto no estoy diciendo que otros sectores no tengan derecho a votar, ni mucho menos, pero me gustaría saber a que sectores de población han facilitado las famosas papeletas, para que haya salido el "si" al cambio, de manera tan favorable (por lo que sabemos, que la verdad, es poco).
Lo cierto es que la decisión es oficial y lo que más me molesta de todo esto, es que parece que "se están mercantilizando las fiestas", sin pedir permiso a los propios interesados.
Los argumentos de promoción y difusión sobre los que se preguntaba Maribel, en esta carta al Diario Montañes, son poco menos que ridículos en el S.XXI. Cualquier persona que sepa un poco sobre como organizar un evento deberá saber que la promoción y difusión de un evento, poco tiene que ver con las fechas (ojo, siempre que lo que se publicite valga la pena). Normalmente este tipo de argumentos son reduccionistas, ya que el gasto en publicidad y comunicación suele ser elevado (y de ahí, podemos entender la actitud ahorradora del ayuntamiento, de cara a mover el desfile de día), pero con una adecuada promoción y un "word of mouth" (boca a boca, para los no anglo-parlantes) adecuado (esto creo que las fiestas, ya lo tienen hace tiempo), el problema del calendario, no es tan grave como lo pintan.
En cuanto a lo del rendimiento económico, creo que Maribel está equivocada en una cosa. Como dice en la carta: "porque, si las matemáticas no fallan, con un día grande menos, las ganancias se reducirán"
Esto puede conllevar a error, ya que para un hostelero, la rentabilización de la inversión es más cómoda en dos fines de semana, que en dos fines de semana y unos días entre semana. Pensemos en la logística de la bebida, la gente "extra" que muchas veces se tiene que contratar para estos días y en definitiva, "la carga de trabajo" que se debe soportar. De esta manera, limpiando la semana, se concentra el esfuerzo en dos fines de semana "fuertes", pero para los que estarán bien preparados, en vez de afrontar el desgaste que se suele acusar de la otra forma.
En cuanto a los servicios de limpieza y demás, pues parece que las cuentas están claras...
Como veis hay muchas luces y sombras en todo esto y la verdad es que no han hecho mucho por aclararnos las dudas que tod@s tenemos al respecto, pero como decía al principio del post y por resumir, es pronto para ver si será una buena decisión o no, pero es lamentable como se han hecho las cosas y la poca participación que han promovido los impulsores del cambio en todo esto.