-Vuelvo a seguir recordando los hechos tras un pequeño paréntesis-
Después de los acontecimientos ocurridos el doce de marzo, los trabajadores y el pueblo de Reinosa y Campoo siguieron movilizándose, ya que el expediente de regulación de empleo seguía sobre la mesa y no se había hecho ninguna concesión al respecto. Fue un mes duro y largo, en el que había manifestaciones y concentraciones casi a diario, coincidiendo muchas veces con el paso del tren Talgo, que comunicaba la capital de Cantabria con la de la comunidad de Madrid. También se hacen caceroladas y caravanas informativas durante todo este mes, para informar de la problemática laboral y social.
Durante todo este tiempo se habían enviado un gran número de guardias civiles a Reinosa, además de vehículos de todo tipo, con el fin de acuartelar este número de efectivos en balnearios próximos a la zona y aislados de las poblaciones cercanas. El día 4 de abril se producen un gran número de destrozos en comercios y viviendas, además de numerosos heridos. Son días de tensión y nervios, ante la incertidumbre de los acontecimientos.
Pero los hechos que sucedían en Reinosa, no eran los únicos que estaban sucediendo, así en FYESA y CUNOSA, factorías de Camargo y Boo, hay reacciones similares ante regulaciones de empleo parecidas. El 11 de abril, Cantabria estaba totalmente paralizada ante diversas huelgas de transportes, ganadería y diversos conflictos industriales en numerosos puntos de la región Al día siguiente, hay una manifestación en Santander, de más de 20.000 personas en contra de la desindustrialización progresiva de Cantabria y en solidaridad con los conflictos de FOARSA, FYESA y CUNOSA.
El temido "Síndrome Reinosa" parecía extenderse por la región y fuera de ella también, ya que en municipios como Aldeadávila de la Ribera (Salamanca), el pueblo retiene al vicepresidente de la Diputación de Salamanca, como protesta, ante la intención de colocar en la zona un laboratorio experimental de residuos radioactivos.
Los hechos se van orquestando de manera muy diferente al escenario previsto por el gobierno y éste encuentra una resistencia a sus políticas de reconversión, con la cual no contaba. Por otro lado, la imagen de la Guardia Civil había quedado maltrecha y su autoridad estaba en entredicho. Estos hechos hacían prever que el gobierno debería actuar, para no perder su autoridad. Pero pocos imaginaban lo que pasaría aquel 16 de abril en Reinosa.
Nota: Este post está basado en fragmentos del libro "Reinosa contra el miedo"
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