El viernes tuvimos una parrillada de amigotes, en una cabaña en Brañavieja. Cuando bajamos el sábado por la mañana a Reinosa, Manti decidió que era un buen momento para enfundarse en su longboard.
He aquí el resultado.
No lo hace mal, ¿no?
Reflexiones de una persona con sindrome de insatisfacción generalizada.
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