viernes, febrero 20, 2015

    ¿De verdad estás tan ocupado?

    Este post ha aparecido previamente en Innpulsos, un blog que realizo en colaboración con compañeros de la División de Estrategias de Innovación de Tecnalia.

    Una nueva enfermedad en forma de virus contagioso sacude las organizaciones de nuestra estructura productiva y amenaza con contagiarnos a tod@s, si nadie lo remedia antes. La sociedad parece no haber desarrollado ningún tipo de anticuerpos ante esta “cepa virulenta”, para la cual no hay precedentes históricos con los que contrastar y desarrollar vacunas posibles.
    Los síntomas se manifiestan en forma de jornadas maratonianas, reuniones interminables, imprevistos recurrentes, ladrones de tiempo y falta de control sobre los proyectos asignados. El diagnóstico parece claro; “saturación profesional”.
    ¿O quizás no?
    Esta introducción que he realizado en clave deSCRUM+GTD humor delata un fenómeno cada vez en mi opinión, más extendido por todo tipo de entornos profesionales. La obsesión por “parecer ocupado” parece que se ha instalado en la mayoría de ámbitos de la sociedad y parece que ha venido para quedarse.
    Quizás es verdad que el contexto socio-económico ha favorecido este tipo de comportamientos, pero en mi opinión, empezamos a sufrir las consecuencias de la colisión frontal de la aceleración tecnológica en el puesto de trabajo, con la asincronía de los medios y estructuras laborales que siguen vigentes, desde la época industrial.
    Si el trabajo parece haber muerto (parafraseando a Nieztsche), o al menos tal como lo conocíamos, deberíamos preguntarnos si el ocio también lo ha hecho al mismo tiempo. La idiosincrasia de muchos profesionales que trabajan con información, parece haber entrado en una lucha constante por su supervivencia en un mundo lleno de tareas, proyectos y compromisos. Quizás es una consecuencia de la entrada disruptiva y sin previo aviso de lo digital en el entorno laboral, pero quizás es muchas veces debido a la falta de capacitación para unos nuevos modos de trabajar a los cuales no estamos tan preparados como creemos.
    Hoy en día me sorprende constatar que “estar ocupado” es sinónimo de posición social (lo cual casi siempre no está recompensado a la altura de dicha dedicación) y sin embargo, lo contrario es denostado socialmente. En mi opinión dicha situación debería ser premiada, ya que es un sinónimo de productividad (me refiero a cuando un profesional es capaz de equilibrar su vida profesional con la personal y no tiene irrupciones que alteran este equilibrio). ¿Quizás es que la sociedad ha olvidado el principio del valor de la eficiencia como lo que capacita para acceder al tiempo libre?
    Es fácil “perder el hilo” en un entorno diseñado para tener interrupciones constantes, pero mucho más fácil es dejar de perseguir tus objetivos personales, si no tienes un mapa que te guíe y un cuaderno de bitácora sobre los cuales apoyarte y reflexionar. En este sentido, metodologías ágiles de gestión de proyectos como SCRUM o KANBAN, o metodologías de productividad personal como GTD, son en mi opinión las grandes desconocidas para un entorno digital que cada vez más, desdibuja las fronteras de lo personal y lo profesional.
    El reto es saber abstraerse e identificar qué es importante, urgente y/o necesario, pero sobre todo, el resto está en identificar qué es lo que realmente está alineado con tus objetivos. Mucha gente no se hace esta pregunta y sigue ejecutando tareas y proyectos sin cuestionarse por qué prioriza, posterga o delega tareas y proyectos. Por ello, siempre tienen cosas que hacer, ya que nunca hay descanso para una máquina.
    Pero… ¿realmente estás tan ocupado haciendo cosas que son importantes para tu vida?
    Buen finde.
    ;)

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    Libros

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    "Comprar libros estaría genial, si además pudieras comprar el tiempo que necesitas para leerlos... Pero como regla general, la compra de libros se confunde a menudo con la simple adquisición de sus contenidos" Arthur Schopenhauer. ---Es una gran verdad, encerrada en muy pocas palabras y que nos dice más de lo que podemos observar. Para mí, la cultura es lo único que nos hace más humanos y previene a los que somos más humanos, de dejarnos engullir por los inhumanos que creen que el dinero lo puede comprar todo en la vida.---