Desde entonces, nuestros representantes han asegurado que la Plaza de Abastos no se convertiría en terreno edificable, de cara a una futura promoción inmobiliaria y que sería reconstruida para albergar un centro de ocio, que pudieran disfrutar todos los ciudadanos de Reinosa.
Pero lo cierto es que este proyecto parece que va para largo. Quizás porque todavía se espera lo que se pueda rascar del seguro, quizás porque es mucho dinero (se cifra en 1,2 millones de euros la reconstrucción total), los cascotes y vigas caidas esperan a su nuevo destino con semblante triste y abatido.
Por eso (y por otras cosas), me decidí este verano a hacer unas fotos de la naturaleza muerta resultante del incendio (que tenía que haber publicado antes, pero ya sabéis que soy una persona muy ocupada). Me fascinan este tipo de edificios medio en ruinas, por la expresividad e historia que almacenan entre sus cimientos y es mi pequeño homenaje personal al conjunto.
Sé que Chivuco y Carlos han hecho sendos homenajes también, pero creo que aunque los "qués" hayan sido los mismos, los "cómos" son un poco diferentes.
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