Así que desde el martes 29 de agosto hasta el 9 de septiembre, estuvimos viendo muchas de las atracciones turísticas de Extremadura y Andalucía.
Tal y como os anunciaba en el post anterior, bajamos por la Ruta de la Plata, para luego recorrer los pueblos de Cádiz, la Costa del Sol y acabar en esa tremenda ciudad que es "Granaaá".
Unos doce días de tour, en los que vimos Cáceres, Mérida, Sevilla, San Fernando, Conil de la Frontera, Zahara de los Atunes, Véjer de la Frontera, Castellar de la Frontera (si, lo sé, es redundante), Ronda, Marbella y finalmente Granada.
El tiempo es el mejor ingrediente de todos estos sitios y la verdad es que creo que en la época que hemos estado nosotros, es la mejor, ya que el calor es soportable y no machaca al cuerpo (aunque los dos días que pasamos en Sevilla, nos cayó el diluvio universal).
Por otro lado, la combinación de playa y chiringuito fue algo bastante bueno, aunque la verdad es que igual teníamos que haber abusado un poco más de la playa y menos de la carretera y no aspirar a ver tantas cosas.
Me sorprendió mucho Mérida, la cual es una ciudad que merece la pena visitar sólo por su herencia romana. Es una suerte enorme poder disfrutar de esos restos tan bien conservados. Las playas de Conil, también fueron un buen destino, aunque si tengo que destacar algo, creo que hay que hacer una visita obligada en la provincia de Cádiz, que no es otra que Véjer de la Frontera.
Es una visita muy recomendable, además si tenéis la suerte de poder reservar mesa en El Califa, podréis disfrutar de uno de los mejores restaurantes árabes que hay en la Península Ibérica. El ambiente que se respira en Véjer es increible y el sitio es precioso, así que recomiendo y mucho ir allí, si tenéis tiempo.
Otro sitio que también mereció la pena visitar fue Castellar de la Frontera, pero el Castellar de la Frontera antiguo, ya que hay dos pueblos oficialmente. Nosotros estábamos alojados en un hotel (gracias a una oferta de voyage prive), pero en el pueblo nuevo.
Hace 40 años las autoridades se vieron obligadas a desalojar el castillo (aquí explica un poco la historia) donde vivían sus habitantes y crear un pueblo nuevo unos 15 km más abajo, para poder garantizar los suministros de luz, agua y demás. Los hippies y algunas personas que se negaron a abandonarlo le dieron una segunda oportunidad al castillo y la verdad es que es un sitio realmente mágico (sobre todo al atardecer).
Lo peor fue la vuelta. Más de 800 kms del tirón el día de mi 30 cumpleaños y la sensación de estar perdiendo juventud por momentos XDD.
Aunque sin duda, lo peor vino después de unos días, con la despedida de mi media naranja hacia Tenerife, por motivos laborales, eso si que ha sido duro... :-(
Os escribiré más posts desde Tenerife en breve, que voy a ir a verla a finales de Octubre y a aprovechar estas mini-vacaciones que el Gobierno Vasco ha preparado en forma de puentes próximos.
Prometo no poneros los dientes muy largos. :-)
De momento os dejo algunas fotos del viaje en este álbum de Flickr.
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