Este año y durante principios de agosto, Tamara y yo tuvimos la ocasión de poder disfrutar de las bonitas playas del Algarve. Unas playas que tienen una fama bastante merecida.Son playas llenas de rocas y bastante acantiladas, con peligro de desprendimiento, pero las oquedades que se han formado en las paredes por la acción de la erosión del agua, crean un escenario realmente espectacular al que cualquier visitante fascina. Nosotros tuvimos la suerte de disfrutar durante una semana de Portimao, Lagos, Faro, Alvor, Beliche, Sagres, Silves y todos esos pequeños pueblos costeros que dan ese encanto tan peculiar a la zona.
Fueron unas vacaciones de bastante relax, que era lo que íbamos buscando y creo que el sitio responde bastante bien a esos requerimientos. Las playas de esa zona son bastante espectaculares y como decía anteriormente, llaman la atención por lo pintoresco del paisaje.
Algunas de las playas que visitamos y que recomiendo encarecidamente son las playas de Doña Ana (en Lagos), la playa de Beliche (antes de llegar al Cabo de San Vicente) y sobre todo, la playa de los Tres Hermanos (en Alvor), una playa llena de cuevas y entrantes y salientes que la convertían en un destino casi paradisíaco.
También es muy recomendable la gastronomía de la zona con las famosas Cataplanas, los Caldeiros y todos esos platos que mezclan pescado, marisco y arroz (no sé a vosotros, pero a mí estas cosas me pirran...).
Como sé que todas estas cosas es más fácil explicarlas con fotos, os dejo las del álbum que cree en Flickr, para que veáis que a veces no hace falta cruzar un océano para encontrarse con playas paradisíacas.
Habrá que pensar en que ya queda menos para el verano... :(
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