Una vez inspeccionadas las inmediaciones, nos decidimos a entrar ya con serios problemas de verticalidad . . .
Llegamos a tiempo para ver los últimos compases de Kasabian, que sonaron bastante bien y deleitaron al respetable con alguno de sus temazos. Tambien tocaban Zeno & The Stoics y Triángulo de Amor Bizarro, pero hacia demasiado sol como para estar a esas horas en el ruedo . . .
Una vez descargado el set list de Kasabian, era el momento de ver a The Killers, los cuales firmaron un show sin fisuras, con gran consistencia y metiendose desde el primer momento al público en el bolsillo.
Gran grupo, a pesar de sólo contar con dos discos.
Después de esto, y sin saber cómo, nos colamos en la tan famosa zona VIP, dónde pudimos observar que era el único sitio de toda la plaza de toros dónde se podía comprar priva, tabaco y comida . . . pero todo esto gratis claro, que para eso es la zona VIP . . .
Total, una de estas ocasiones no es cómo para desperdiciarlas, y arrasamos con las existencias . . .
Después, tuvimos el privilegio de ver el concierto de The Smashing Pumkins en la mejor zona, y con el mejor sonido.
Breve pero intenso, son las palabras que resumen la actuación de Billy Corgan y sus chicos. Sin duda se echó de menos un bis más largo y un set que no supiera a poco. Pero la verdad es que los fans del grupo de Chicago, entre los cuales yo me incluyo, nos conformamos con eso. Canciones y temazos como "Zero", "Bullet with butterfly wings" o "Today" permanecen todavía en nuestros corazones de adolescentes, y están grabadas a fuego . . .
En fín, quien estuvo allí, seguro que me entenderá . . . Son unos iconos del grunge, y una referencia para una generación, por eso, revivir esos momentos no tiene precio, para todo lo demás . . .
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