lunes, marzo 12, 2012

    El Asalto

    A las ocho y media de la mañana del 12 de marzo de 1987 empieza a sonar "la sirena de la naval". Esta sirena siempre se utiliza para prevenir a la población del municipio de alguna catástrofe. Esta vez, no sería por ninguna vicisitud, sino por las consecuencias que habían traído los hechos acaecidos el día anterior.
    Unos 300 efectivos de la Guardia Civil, provenientes del Escorial, Logroño, Vitoria y Santander, junto a los miembros de la Unidad de Acción Rural (que estaban encargados directamente "del rescate"), asaltan la factoría desde varios puntos.

    Con botes de humo, pelotas de goma, hachas, sopletes, bates de beisbol y demás material, las fuerzas del orden irrumpen dentro de la fábrica, con el cometido de llegar hasta el búnker y rescatar al director y la dirección. Lo demás poco importaba y de he hecho hay numerosos testimonios de la brutalidad policial cometida por las fuerzas del orden durante el asalto.
    Las naves industriales se convierten en ratoneras llenas de humo irrespirable (naves de 200x25 y 10 metros de alto, no son instalaciones pequeñas precisamente, lo que da idea de la cantidad del material usado), debido al uso y abuso de los gases durante el asalto sin cuartel. La liberación del consejero vasco dura unos pocos minutos, pero los antidisturbios, cuyo cometido era el de apoyar la operación, permanecen dentro de la fábrica durante más de media hora, hasta que finalmente se retiran por la puerta sur, que da a Matamorosa.

    Mientras todo esto estaba pasando en la fábrica, en Reinosa todo el pueblo había salido a la calle a solidarizarse con los trabajadores. Así, estudiantes del antiguo B.U.P y de Formación Profesional, comerciantes, familiares de trabajadores y todo tipo de gente se concentra en la puerta de entrada principal de la factoría. El colectivo de estudiantes era uno de los más afectados con estas medidas, ya que veían como su posible futuro laboral se teñía de negro, y por tanto, uno de los más concienciados con los sucesos.


    Aquí es donde se mezcla la inoportunidad, con la falta de profesionalidad de las fuerzas del orden. En su retirada, la Guardia Civil, en vez de retirarse sigilosamente, la emprende con los estudiantes que se interponían en su camino hacia el cuartel. De esta manera, lo que se conoce como el parque de Cupido se convierte en un campo de guerra improvisado, donde los estudiantes se defienden de los ataques de las fuerzas del orden, cruzando contenedores y arrojando baldosas (que estaban apiladas, para la reparación de las aceras) con la intención de hacerles retroceder.

    Mientras tanto, todos los trabajadores que estaban recuperándose del espectacular ataque de la factoría (en el ataque se emplearon 5.240 pelotas de goma, 1.394 botes de humo y 7.300 cartuchos de proyección según testimonio de Luis Roldán, ex-director de la Guardia Civil), se enteran de que la Guardia Civil se está enfrentando con el pueblo de Reinosa. Los trabajadores actúan de inmediato y se dirigen de inmediato hacia el parque, para ayudar a sus congéneres.

    Aquí es donde tienen lugar los hechos que darían la vuelta a numerosas rotativas de periódicos regionales, como nacionales. Un grupo de guardias civiles queda aislado en una calle sin salida y ven como se quedan sin munición de pelotas de goma, y sin defensa ante la lluvia de piedras que reciben. Incluso se hace uso de armas de fuego, para intentar amilanar a la población (se encontraron casquillos en el lugar de los hechos). Los guardias civiles ondean pañuelos blancos en señal de rendición, una imagen que quedará grabada en la memoria de muchos reinosanos y reinosanas y que también será premonitoria de los hechos que están por acaecer posteriormente.

    A los guardias civiles "apresados" se les conduce a la acería y se celebra otra asamblea y se acuerda su "puesta en libertad", previa entrega de los DNI´s requisados anteriormente a los miembros del comité de empresa y con la retirada de las tropas de la guardia civil "mejor dentro de un cuarto de hora que de media hora". Estas condiciones son aceptadas de inmediato por el mando negociador del grupo de los guardias civiles.
    La refriega se salda con un balance de 26 guardias civiles heridos (de los cuales, sólo 1 permanecerá hospitalizado más de 5 días) y de 150 personas heridas tras los enfrentamientos.

    Hasta aquí, los hechos. Pero al día siguiente, la prensa nacional y regional en vez de defender a la población y denunciar la brutalidad policial de las fuerzas del orden, tilda la actuación de los trabajadores y de la población de Reinosa como "antidemocrática, pueril y de sindicalismo mafioso".
    Estaba claro que había mucho en juego, y lo que se empezó a conocer como "Sindrome Reinosa", no podía crear simpatías en otros puntos de la geografía nacional.
    La actuación del ejecutivo socialista está lejos de alinearse con los que se supone "sus votantes" y condena los hechos calificándolos de "acción salvaje" y "comportamiento indigno".

    Nadie podía imaginar que esto sería un primer paso de la represión autoritaria que seguiría en fechas posteriores.

    Nota: Este post está basado en fragmentos del libro "Reinosa contra el miedo"
    El Diario Montañés ha publicado recientemente algunas fotografías de los hechos ocurridos, en blanco y negro. Podéis acceder a ellas, desde aquí.

    2 comentarios:

    Borf dijo...

    Gracias por la serie de posts, que todos sepamos lo que pasó no quiere decir que de vez en cuando no venga bien recordarlo...

    FARAONDEMETAL dijo...

    Creo que es nuestro deber como ciudadanos, dar a conocer los hechos todo lo que se pueda. Aunque ya quede lejos, sigue siendo muy importante "revivir" la historia.

    Libros

    Libros
    "Comprar libros estaría genial, si además pudieras comprar el tiempo que necesitas para leerlos... Pero como regla general, la compra de libros se confunde a menudo con la simple adquisición de sus contenidos" Arthur Schopenhauer. ---Es una gran verdad, encerrada en muy pocas palabras y que nos dice más de lo que podemos observar. Para mí, la cultura es lo único que nos hace más humanos y previene a los que somos más humanos, de dejarnos engullir por los inhumanos que creen que el dinero lo puede comprar todo en la vida.---